América construyamos nuestro futuro.
América, esa grandiosa tierra, rica en minerales, vegetación, agua dulce, fauna excepcional, aire limpio. En su conjunto la madre tierra nos deleita con incontables escenarios de paisajes hermosos propicios para el turismo. ¿Quien no se impresiona? Con esa majestuosa caída de agua del Salto Ángel, alguien dijo una vez que había mostrado una fotografía del tal monumento natural a un nativo de África y este con asombro expreso que era imposible que existiera tal cantidad de agua, las inmensas y fértiles tierras ideales para la agricultura y ganadería que bien empleados podrían alimentar a una gran cantidad de población. Con sus extensas costas podría dar peces a millones, con su diversa vegetación combinada con sus conocimientos pudiera aliviar y sanar los males que aquejan a grandes poblaciones, con sus recursos minerales pudiera satisfacer las necesidades de cientos.
Si bien la historia nos ha obligado a pensar que la solución a nuestros problemas es esperar a que alguien más venga con una formula mágica y aplicarla para la su resolución, la realidad siembre nos ha golpeado, demostrando que a la larga lo que trae este tipo de soluciones mágicas es descontentos, motines y desgracias, solo para citar algunos casos tenemos a Argentina que gracias a esas recetas el país se vio sumergido en una profunda crisis sin paralelo en su historia, al igual que México y Venezuela. Situaciones que desde hace más de una década y hoy día siguen latentes.
Es así como sigue pasando el tiempo y se suman cada vez más condiciones, que lejos de mejorar, agudizan y profundizan una crisis que toca todos los cimientos de las sociedades.
Siempre se dice que América Latina es el continente más desigual del planeta. Solo se resalta lo negativo de nosotros; su alto índice de violencia, el narcotráfico, injusticias, desastres naturales, secuestros, movimientos irregulares entre otros.
Por lo general se minimiza lo positivo, lo que realmente somos, nuestra gente amable, trabajadora. Nunca se dice que es el continente que no posee armas nucleares.
No se recuerda que en plena guerra mundial se dio cobijo a miles de refugiados que huían de los horrores del conflicto, sin pedir nada a cambio.
América, este es tu siglo, este es el momento de mostrar al viejo mundo un forma diferente de hacer las cosas, una manera distinta de emplear el conocimiento, una manera diferente de administrar las riquezas que nos da la tierra, los mares, los ríos, esto sin deteriorar el medio ambiente, le toca a América Latina hacerse sentir, dejar su huella, de desarrollar esos recursos para beneficiar a cada uno de sus pobladores.
América debe mostrarle al mundo como ser más humano, como ser más cuidadosos para no caer en viejos errores, en viejos vicios.
En nuestras manos está no perder esa oportunidad y que no nos deje el autobús del desarrollo y avance de sus pueblos. América ahora es el momento.
jacinto castrillo
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